Aquí tenemos a mi humilde persona interpretando a uno de los personajes más queridos de todo el año 2001: el bueno de Maxi. Y es que en el año de Gladiator un fan total no puede desperdiciar la oportunidad de destrozar un buen trigal y pegarse un garbeo entre las espigas con la mirada perdida en el horizonte.

 Es una pena que esta foto no sea una foto, sino una diapositiva convertida en foto. Proyectada sobre una pantalla se ve la mar de bien pero pasada a papel deja bastante que desear. Está tomada en los bellos parajes de la Sierra de la Paloma, entre Hospital de Órbigo y Astorga.