Aquí estamos celebrando el cumple del nen en Ezequiel, una pulpería bastante famosa y por la que todo peregrino que se precie de serlo debe pasar. Situada en la calle principal del pueblo se distingue sobre todo por servir únicamente pulpo y empanada de bonito, regado todo con Alvarinho bien fresquito (que no veas como entra). La celebración estuvo a la altura del inconmensurable homenajeado y contó con varios momentos estelares, entre ellos el canto del cumpleaños feliz con el nen subido encima de la mesa. De la fiesta que se montó después mejor no hablar (no por nada sino para evitar el sonrojo de alguno de los participantes)