Lo mejor de "Fantasy
& Science Fiction" Relatos que contiene:
|
Lo mejor de "Fantasy & Science Fiction" es una antología que recoge las primeras historias aparecidas en los monográficos de la prestigiosa revista americana Fantasy & Science Fiction, dedicados exclusivamente a la publicación de un relato inédito de autores considerados como clásicos. Los nombres elegidos para tal fin son sota, caballo y rey, al haber sido (y ser) santo y seña del género, aunque a fuerza de ser sincero, si fuese por la lectura de parte de las que aquí se recogen, resulta complicado comprender por qué se los considera como tales. El cuento que abre la selección es una de esas historias gancho que infunde ánimos para seguir leyendo. Sturgeon, uno de los grandes escritores de relatos del siglo pasado, juega en Cuando hay interés, cuando hay amor con los elementos que le han hecho merecedor tal consideración: una excepcional puesta en escena, personajes muy humanos altamente empáticos y una prosa repleta de elegancia. Su comienzo es arrollador, intercalando pasajes que desarrollan la acción en el presente con flashbacks que ayudan a comprender la idiosincrasia de los participantes, para ir posteriormente dando una visión bastante poderosa sobre el amor, la fidelidad, la esperanza y el sentimiento de pérdida. Su punto más álgido está en los primeros párrafos, donde con una prosa sumamente plástica se describen los pensamientos y las sensaciones de una mujer contemplando el sueño de su amado mientras yace junto a él. Los dos siguientes relatos están muy lejos de lo que sus autores han escrito en muchos otros libros. Especialmente me parece un poco decepcionante el caso de Bradbury, que se limita a escribir un vulgar pastiche de Fahrenheit 451 en vena postholocausto nuclear, de nula originalidad y sin el hálito poético que se le presupone. Aun así el mensaje implícito en la parábola (debemos escuchar a aquellos que han vivido el pasado) es lo suficientemente efectivo como para hacer interesante su lectura... ...cosa que Asimov no consigue ni por aproximación. En La llave, el Doctor bordea con alevosía la frontera del bodrio, burlándola únicamente gracias a su innata capacidad para hacer legible todos sus escritos. Quizás lo más triste de su trabajo se esconde detrás de la nula capacidad para escapar de una visión maniqueísta del mundo, que como es normal en él se encuentra dividido en dos bloques contrapuestos: uno "malo", oligárquico, traicionero y genocida frente a otro, "bueno", idealista y liberal. Para colmo, durante su transcurso, se plantea un enigma que nadie puede resolver. ¿Nadie? No, que ahí tenemos al sempiterno y asimoviano "Sabio de la Montaña" para el que hasta el enigma más críptico e irresoluble se convierte en un juego de niños. Menos mal que a continuación se hallan, para regocijo del personal, las obras centrales de la selección, que logran recuperar el interés inicial (algo fácilmente entendible si se tiene en cuenta que ganaron los premios Hugo a la mejor novela corta en los años 1970 y 1972). La primera de ellas, Nave de sombras, constituye una de las cúspides como narrador de Fritz Leiber, que desarrolla con habilidad una historia de esas en las que el contexto situacional es extrañamente desconocido y poco a poco se va construyendo a base de colocar las piezas que se proporcionan. En ella cuenta la vida cotidiana de un pobre hombre en una estación espacial donde los años de aislamiento han provocado una regresión de sus tripulantes, que han perdido todo recuerdo de su procedencia y para los que su entorno actual es El Mundo. Su faceta más destacable es la verosímil ambientación que se da a un tema tan trillado en el género (la nave generacional), trazada con la prosa habitual del autor, rica, precisa y envolvente (a la que en nada ayuda la anquilosada labor del traductor); sin olvidar tampoco algunos de sus rasgos más característicos como su gusto por lo macabro y el surrealismo, la presencia de un felino parlanchín o las ingentes cantidades que alcohol que se ingieren en sus páginas. Bastante inferior, aunque legible, es La reina del Aire y la Oscuridad, en el que Poul Anderson juega con unos elementos muy similares a los utilizados por Leiber (vuelta a la superstición por parte de los habitantes de un planeta, presencia de seres aparentemente mitológicos,..) para obtener una pieza completamente diferente, moviéndose por el campo de la aventura más pedestre. Sin embargo carece de la habilidad de aquél a la hora de estructurar tanto la narración como los personajes, arquetípicos hasta el aburrimiento, perdiendo gran parte de los triunfos que le proporciona la idea central de la historia. Y cerrando la selección nos tropezamos con un Blish fuera de onda, sin pulso narrativo alguno, argumentalmente caótico, soporífero y con un prólogo indefendible, donde expone las bondades de la sociedad americana de la época frente a la británica, escleróticamente clasista y donde es imposible vencer el determinismo social que impera en ella (según el autor). Si fuese sólo por esto, la verdad es que Lo mejor de "Fantasy & Science Fiction" no sería un libro muy recomendable. Después de todo sus mejores relatos se pueden encontrar en otras publicaciones. Pero existe un elemento que que realza el interés de este libro, sobre todo para los lectores interesados en conocer a estos escritores un poco más de cerca. Cada relato viene acompañado de un artículo donde se realiza una semblanza de su autor, resultando especialmente meritorios los retratos que Judith Merrill realiza sobre Sturgeon y Leiber, a los que perfila de una manera próxima y precisa. ¿Qué es lo que queda después de todo lo comentado? Una recopilación simplemente decente que sólo merece la pena si no se han leído los relatos de Leiber o Sturgeon, o si se está interesado en descubrir algún dato relevante sobre ellos. |
© Ignacio Illarregui Gárate 2002
Este texto no puede reproducirse sin permiso.