Los mejores relatos de ciencia ficción
Selección de Ricardo Bernal
Alfaguara
Diciembre de 1999
Tercera reimpresión
189 páginas
Ilustración de Jesús Sanz

Relatos que contiene:

  • El nuevo acelerado - H. G. Wells

  • Exilio - Edmon Hamilton

  • El ruido de un trueno - Ray Bradbury

  • Deserción - Clifford D. Simak

  • El sexto palacio - Robert Silverberg

  • Lección de historia - Arthur C. Clarke

  • Recuerdo perdido - Isaac Asimov

  • De cómo Ergio el autoinductivo mató un carapálida - Stanislaw Lem

  • Lo recordaremos por usted perfectamente - Philip K. Dick

 

     Es difícil encontrar en una colección de literatura juvenil ejemplares dedicados exclusivamente a publicar relatos, una forma de contar historias que prácticamente ha desparecido de las estanterías de nuestro país. Y más extraño es encontrar un título dedicado a la CF. Así que fue una grata sorpresa toparme con esta antología que, bajo el pretencioso título de Los mejores relatos de ciencia ficción, recoge un puñado de estupendos relatos cortos ideales para introducirse en este género o, simplemente, pasar un agradable rato de lectura ejercitando la mente.

     Califico de pretencioso al título porque ni recoge ninguna de las obras maestras que ha producido el género en extensión corta ni contiene pieza alguna de los autores que han hecho del relato el formato característico del género (de hecho en EEUU el relato, hoy por hoy, es un terreno vedado para cualquier temática que no sea la fantástica). Así el antologista obvia a algunos de los autores que, aunque desconocidos por el gran público, dieron lo mejor de sí mismos y, por extensión, del género en el relato: James Tiptree Jr., Frederik Brown, R. A. Lafferty,... Además, en la introducción, comete el brutal error de titular Desafío Total como El vengador del futuro (¡a los leones!), algo incomprensible para alguien supuestamente un pelín avezado en estas lides. Pero todo esto es perdonable debido a la extensión típica de la colección en la que aparece y porque, a pesar de esa limitación, es un buen recorrido por la CF tanto desde una perspectiva temática como evolutiva (tiene relatos desde principios de siglo hasta finales de los 60).

     Dejando de lado el continente y entrando a saco en el contenido, se puede encontrar para abrir boca un buen relato de Wells, el padre de género, sobre la aceleración del metabolismo y el cómo sería la vida si tomásemos un elixir que acelerase nuestro organismo. También me parecen de altura el relato de Bradbury, publicado multitud de veces en otras antologías como Historias de dinosaurios, que narra una excursión al pasado para matar un dinosaurio y las paradojas que se desatan, o Deserción de Simak, cuento extraído del fix-up (relatos o novelas cortas interrelacionados, que pertenecen a una misma historia y que se publican en un sólo volumen) Ciudad y que puede leerse de forma completamente independiente.

     Entretenidillo es el Silverberg al que, aunque ajeno a la temática de sus mejores novelas, se le agradece su intrascendencia. Ídem con De como ergio el autoinductivo mató un carapálida, un divertimento bastante usual en Lem que puede resultar durillo para alguien desconocedor de dicho autor. También podemos encontrar el relato en el que se basó una parte de Desafío Total, un Dick de los de gama media-alta, que a pesar de estar lejos de sus mejores historias (como La segunda variedad) y tener algún fallo en la traducción resulta ideal para introducirse un poco en su universo.

     Por otro lado decir que resulta incomprensible que del largo currículo de Asimov como escritor de relatos se elija seguramente uno de los peores, uno de esos escasos intentos que perpetró con el fin de demostrar que su prosa también podía ser evocadora cuando realmente lo que le salía de PM era narrar cualquier cosa. Y bastante normalillos y previsibles los relatos de Clarke y Hamilton.

     En fin, una más que aceptable antología para meterse un poco en el género, a la que sólo le falta un relato de la última década (¿un Willis?) y uno de un autor español (¿Marín? ¿Negrete?) para alcanzar el notable. Por mil pelas poco más se puede pedir.

© Ignacio Illarregui Gárate 2000
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