Paraíso II
Robert Sheckley
Nebulae
Notions: unlimited
1960
1976
Traducción de Norma B. de López y Edith Zilli

189 páginas

Relatos que contiene:

  • La armadura de paño gris
  • La sanguijuela
  • El pájaro vigía
  • El viento
  • La mañana siguiente
  • Problemas con los nativos
  • Cómo criar un grifo
  • Paraíso II
  • Doble indemnización
  • Resistencia
  • El invasor de la alborada
  • El idioma del amor

 

 

 

 

 

Últimamente el número de libros que leo que no se pueden encontrar en las librerías normales está subiendo anormalmente. La verdad es que es un hecho coyuntural fácilmente explicable. En los últimos tres años me he dedicado a comprar toda una serie de libros descatalogados a través de saldos o librerías de viejo que superaban por completo mi capacidad de lectura; introducía más libros en casa de los que podía leer a mi ritmo habitual. El resultado es que después de este tiempo me he encontrado con más de 100 novelas y antologías de relatos en la cola y tengo que darles salida poco a poco. Esto unido a que en los últimos meses no han aparecido en las librerías unas novedades como para tirar la casa por la ventana me han llevado a centrarme en una inmensa cantidad de títulos clásicos que tenía rondando mi mesita y que hacía tiempo que tenía ganas de leer. Éste es uno de ellos, una antología de uno de los mejores autores de relatos que ha dado el género y que, aunque está lejos de otros ejemplos básicos de su autor como La séptima víctima y Ciudadano del espacio, se lee con una sonrisa cuasi perpetua en el rostro.

Sheckley es, junto a Fredric Brown y R.A.Lafferty, el ejemplo más claro de ciencia ficción humorística, aunque quizás éste no sea el adjetivo más apropiado para calificar sus obras ya que de la impresión como si fuesen obras menores, cosa para nada cierta. A su manera constituyen auténticos hitos del género por motivos como la concisión narrativa, el descubrir que en apenas una página se pueden desarrollar más cosas que muchos escritores en 300, el poder del humor como herramienta de crítica o la perpetua sonrisa con la que se leen. No es menos cierto que muchas veces los relatos no pasan de la anécdota graciosa o del mero divertimento, pero siempre se pueden encontrar una serie de joyas que por sí mismas justifican de manera sobrada este tipo de libros. Así que paso a comentar brevemente su contenido.

Como siempre suelo elegir tres relatos para destacar los que considero mejores, no voy a traicionar las costumbres por las que me rijo. El que mejor sabor de boca me ha dejado ha sido Problemas con los nativos, un relato que en ningún momento sorprende pero que resulta una auténtica delicia. Un personaje que es incapaz de encajar en la sociedad en la que le ha tocado vivir encuentra la paz en un planeta deshabitado, donde al poco tiempo llega una expedición de fanáticos religiosos que le confunden con un nativo del lugar. A partir de este momento empieza una serie de malentendidos cada vez más divertidos que terminan con la asunción del rol de extraterrestre por parte del protagonista y su enfrentamiento contra el invasor exterior. El mismo tono alegre se puede encontrar en Doble indemnización, un relato de viajes en el tiempo donde un pícaro empresario prepara una jugada maquiavélica para cobrar una suculenta prima de seguro. Ni que decir tiene que todo el plan se le vendrá abajo trayendo consigo toda una serie de consecuencias bastante imprevisibles y, a la vez, divertidas. Y aunque tiene un tono diferente no es inferior Como criar un grifo, el relato más corto de la selección que juega sobre todo a sorprender al lector y que podía resumirse como el destino final de un friki de los años 50. Entre el resto de relatos también hay otras muestras estimables, como esa vuelta de tuerca más al complejo de Fankestein que es El pájaro vigia, donde la creación se acaba volviendo contra el inepto creador, o La sanguijuela, el típico relato de horrible ser de otro mundo que amenaza con devorar el planeta por completo.

Como comentaba antes no es la mejor colección de cuentos del autor pero es lo suficientemente interesante como para echarle un ojo y pasar un agradable rato con su lectura. Desde luego que hay obras más trascendentes, pero pocas de ellas son tan divertidas. Para leer con una sonrisa permanente en la boca.

© Ignacio Illarregui Gárate 2001
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