Ubik
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Considerada por muchos como la obra maestra de Dick, acaba de aparecer recientemente reeditada por la Factoría de Ideas poco antes de que Minotauro se hiciese con los derechos de todas las obras de dicho autor. Y es una pena que la editorial de Paco Porrúa no se haya hecho anteriormente con sus derechos porque la edición que ahora voy a comentar sigue acorde con los otros títulos de la casa y es de un chapucero que tira p´atrás. Era admisible (y comprensible) que la primera novela de la colección, Cambio de esquemas, tuviese todos los errores que tenía porque era la primera y quizás estuvo lanzada con demasiada premura, con lo que los mal llamados duendes de imprenta y una mala traducción convirtieron en prácticamente ilegible algo que no lo era. Se llevaron un pequeño palo del público, pero cariñoso. Al fin y al cabo resulta fundamental que nuevas editoriales insuflen un poco de aire en ese eterno enfermo que es la CF en España. De hecho la segunda novela que sacaron, Darwinia, ya presentaba un mejor aspecto y se podía leer sin excesivos problemas. Estaba bien traducida y maquetada. Los errores eran mínimos. ¿Qué es lo que ha ocurrido para que la mejora se haya interrumpido y hayamos vuelto al nivel de la primera? Ya sé que mi tono es un tanto beligerante, pero es fácil de entender. Este es uno de esos casos en los que demuestro que en ocasiones soy un poco friki. Aunque tenía la antigua edición de Orbis, que se me caía a pedazos, quería tenerla en buenas condiciones. Y no tuve ningún problema para soltar las 2495 pts que cuesta. Pero cuando pago por algo como si fuera una buena edición quiero, exijo más bien, una buena edición. En La Factoría son de la teoría que la CF puede competir con el resto de la literatura general haciendo publicaciones dignas (caras y con una presentación similar al del resto de colecciones serias) y ponerlas codo con codo con sus competidoras en las estanterías de todas las librerías del país. Perfecto. Ningún problema. Entonces ¿por qué no hacen como el resto de las editoriales y pagan a un corrector para que impida que se cuelen todos los fallos que se cuelan? ¿Por qué narices siendo el tercer libro de la colección se siguen montando los diálogos de los distintos personajes haciendo a veces imposible descubrir quien dice lo que se dice? ¿Por qué el número de gazapos se multiplica inexplicablemente cuando se va llegando al final del libro? ¿Es esta la forma de captar nuevos lectores hacia el género, espantándolos con ediciones caras y penosas? Sé que este no es el lugar ideal para poner esto, pero leer Ubik, una experiencia enriquecedora se ha transformado en una especie de tortura, dejándome de muy mala leche. Una novela que debería haber servido para mostrar el talento de uno de los mejores escritores americanos de este siglo se ha convertido en una mera anécdota editorial. Nunca esperé ver un clásico como éste tan mal tratado. Y es que si se pregunta a alguien un poco avezado en el género cuál es la novela más Dick de Dick, esa que se podría considerar la quintaesencia del autor, en el 99% de los casos la nombrada sería Ubik. No porque sea la mejor (a mí me parece que tiene otras superiores) sino porque contiene todas y cada una de las características que hicieron de Dick un mito dentro de la CF. Ubik es la historia de Glenn Runcinter en su lucha contra una organización de telépatas que intenta controlar el mundo. Para desempeñar ese trabajo, controla una empresa que vende los servicios de inerciales, seres humanos capaces de bloquear las facultades telepáticas de otros seres humanos. Durante un viaje a la Luna en una misión de empresa con un grupo de empleados sufren un atentado en el cuál Runcinter parece morir. Pero ¿es realmente Runciter el muerto o son sus empleados los que han muerto y simplemente se encuentran conectados en un estado de semivida? Ubik es un tour de force, un viaje a un mundo en el que no sabemos qué es lo que está ocurriendo ni qué está produciendo los hechos que suceden. Pero aunque el devenir de los acontecimientos pueda parecernos irracional, existe una cierta lógica interna que va ligando los diferentes sucesos hasta llegar al clímax final en el que el surrealista puzzle desplegado por Dick encaja a la perfección. Puede que no todo sea científicamente correcto, ni la explicación un claro ejemplo de lógica aristotélica. Pero es genuinamente Dick cuestionando el sentido de la realidad, intentando discernir qué es real y qué no es real. Repito que se diga lo que se diga no es su mejor novela. Otras obras del autor son mucho más satisfactorias. El hombre en el castillo, Tiempo de Marte, Tiempo desarticulado o Los tres estigmas de Palmer Eldritch me parecen superiores, pero Ubik no se queda muy detrás. Es dura si te enfrentas a ella como si fuese una novela de Asimov. Dick es un autor con un inmenso poder acumulativo. Cuanto más consumes más necesitas. Pero tienes que darle su tiempo, leerlo con paciencia. Y esta es un buen lugar por donde empezar (a pesar de la nefasta edición). |
© Ignacio Illarregui Gárate 2000
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