Un día en la vida
Selección de Garner R. Dozois

Adiax
A Day in the life
1972
Mayo de 1980
Traducción de
Elvio E. Gandolfo
283 páginas
Ilustración de Óscar Díaz

Relatos que contiene:

  • La noche de martes - R. A. Lafferty

  • La lady Margaret - Keith Roberts

  • Mary - Damon Knight

  • Vidrios a la deriva - Samuel R. Delany

  • Un día feliz de 2381 - Robert Silverberg

  • Un futuro perturbado - Fritz Leiber

  • En el planeta de las tormentas - Cordwainer Smith

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las antologías de relatos temáticas son uno de los inventos más refrescantes que los editores han aportado al mundo de la edición de libros en su perpetua búsqueda del máximo beneficio con el mínimo gasto. Se elige algún asunto más o menos general que sirva como nexo de unión y, si no se tiene dinero para poner a ciertos autores a escribir sobre él, se recopilan algunos de los mejores relatos que lo han tratado con anterioridad.

Desafortunadamente para los que gustamos de este tipo de libros, los cuentos se han convertido en un terreno tabú para los lectores de este país y llevamos casi diez años (desde que Destino publicó Sexo alienígena) sin ver una antología de este tipo en nuestras librerías. Sin embargo siempre podemos buscar en las librerías de viejo para encontrar estimulantes muestras como ésta que ahora comento para degustar unos cuantos buenos relatos relativamente relacionados.

Un día en la vida parte de la premisa de recopilar algunas historias que narren un día en la vida de alguien y que, por algún motivo especial, inviten a la reflexión o, simplemente, emocionen al lector más allá de los sentimientos primigenios que suelen estimular las grandes hazañas y las historias más grandes que la vida, que, como bien dice Garner Dozois en la introducción, sólo conducen al conformismo y al estancamiento.

La pieza maestra de Un día en la vida es Un día feliz de 2381, escrito por un Robert Silverberg en racha como primer capítulo de su libro El mundo interior. En él eleva hasta el paroxismo las políticas natalistas defendidas implícitamente por la Iglesia Católica y construye una sociedad en consonancia, claramente superpoblada, a mitad de camino entre la utopía y la distopía más acongojante, y donde cualquier mención al control de los nacimientos es considerado como un comportamiento antisocial. Así, setenta y cinco mil millones de seres humanos viven cuasi hacinados en unos gigantescos rascacielos de varios kilómetros de altura mientras que la superficie del planeta se utiliza exclusivamente para cultivar alimento con el fin de mantener a tal ingente población.

El otro gran relato de la selección es el que abre el libro, una pequeña joya de la sátira absurda, donde uno de los más preciados (y locos) cuentistas suelta toda su artillería sobre el fugaz ritmo que tiene nuestra sociedad de consumo, construyendo un mundo en el que durante el trascurso de una noche se forman y se destruyen varias fortunas, matrimonios, fiestas,... Un poco por detrás está Futuro perturbado, escrito por un Fritz Leiber extrañamente próximo a algunas de las mejores historias psicológicas de Dick, mucho más teatral y locuaz que en otras ocasiones, analizando hasta qué punto puede ser nocivo para nuestra cordura la alineación y la ausencia de retos en nuestras vidas.

El resto de los relatos se leen con un relativo agrado, yendo desde la sensiblería ligeramente ñoña de un Knight que ha escrito cosas mucho mejores, hasta el hálito poético de un Delany más evocador y entonado que de costumbre, pasando por una buena (aunque tonta) leyenda del espacio de Cordwainer Smith y el mejor capítulo de ese tostón insufrible que era Pavana de Keith Roberts.

Y sin duda lo mejor de Un día en la vida, a parte de lo ya comentado, se encuentra en las clarividentes presentaciones que escribe Garner Dozois a cada una de las piezas, de una capacidad expositiva fuera de toda duda y llenas de ideas que fuerzan al lector a pensar sobre la naturaleza de la ciencia ficción, sus grandezas y, por qué no, sus miserias. Por contra, lo peor es la traducción, con una alarmante falta de ideas y muy mejorable, sobre todo si se comparan ciertos relatos con los que se han visto en otras adaptaciones a nuestro idioma.

Un volumen interesante, ideal para profundizar levemente en un puñado de buenas historias con mucho que decir.

© Ignacio Illarregui Gárate 2002
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