Vurt
Jeff Noon
Mondadori
1993
Vurt
Septiembre de 2000

Traducción Isabel Núñez Salmerón
334 páginas
Ilustración P.E.Reed

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     Resulta cuanto menos curioso como cada vez son más los libros tanto de escritores de género como de una temática próxima o inmersa en la CF que son editadas en colecciones fuera de género. Si a mediados de los 90 esto parecía imposible salvo algún contado caso, en los últimos años el asunto poco a poco se ha ido generalizando con la publicación por diversas editoriales de obras como Rakhat, El cromosoma Calcuta, Mirrorshades o algunas obras de Ian Banks.

     Vurt es un nuevo caso de obra tangente a la Ciencia Ficción que es acogida por una editorial generalista, aunque en este caso no extraña la elección ya que es conocido el interés de Mondadori por este tipo de literatura punk (por etiquetarla de alguna manera) y los escritores ingleses de la última hornada, como el propio Noon o Ian Banks.

     En una Manchester futurista, Scribble y un grupo de personajes de los más variopinto, los Viajeros Furtivos, se pasan la mayor parte del tiempo dentro de Vurt, una realidad diferente a la nuestra a la que se accede ingiriendo plumas de diferentes tipos. La experiencia a la que se accede dentro de este mundo depende del modelo de pluma que se ingiera. Unas, las oficiales y al alcance de cualquiera, introducen en un mundo tranquilo y sosegado, donde ver hechos realidad los deseos más anhelados. Sin embargo existen plumas, ilegales y más buscadas, que originan experiencias más peligrosas que pueden llevar a perderse en ese extraño universo e, incluso, causar la muerte. Desdémona, la hermana y amante de Scribble, en uno de los viajes fue intercambiada por un ser del mundo de Vurt y éste se dedica a buscar la manera de deshacer el trueque y recuperarla.

     Como se puede apreciar no es que sea precisamente una historia al uso. Y a ello hay que sumarle que cualquier intento racional de abordar el argumento central de la novela está, como en las buenas novelas de Dick, abocado al más estrepitoso fracaso. La mecánica interna del mundo en el que se desarrolla están fuera de cualquier experiencia usual y no deben intentar ser analizados bajo un prisma racional. Noon pide una cierta complicidad del lector para introducirse en el mundo de Vurt y las experiencias que en él ocurren.

     Antes comentaba que la novela tocaba tangencialmente la CF. Resulta complicado afirmar que la novela está dentro de dicha etiqueta ya que las reglas que gobiernan el mundo de Vurt son ajenas a las que gobiernan el nuestro. Pero por todo lo que comentaba en el párrafo anterior quizás sí que se le pueda catalogar como tal. Dentro de sus particulares reglas todo es comprensible y, hasta cierto punto, explicado. Además tiene ciertas influencias procedentes del género, como las procedentes del universo Dickiniano (la surrealidad dentro de la realidad) y del movimiento cyberpunk.

     Contada en primera persona por el personaje central, Noon utiliza básicamente la conversación entre los Viajeros Furtivos para irnos introduciendo poco a poco en el mundo en que tiene lugar, aunque el primer chapuzón en la trama requiere ya un pequeño esfuerzo: ese mundo no es nuestro mundo y el vocabulario empleado por los protagonistas tiene una explicación que poco a poco hay que ir descubriendo. Y después salpica los diálogos con otras escenas mucho más visuales que nos acercan más a lo que suponen las experiencias dentro de Vurt.

     Vurt constituye una experiencia genuina bastante apetecible que recomiendo a cualquiera que quiera sumergirse en un mundo bizarro y extraño, tan interesante como desasosegante. Para lectores interesados en las últimas corrientes de la literatura.

© Ignacio Illarregui Gárate 2000
Este texto no puede reproducirse sin permiso.