Berlín

Guión y dibujo Jason Lutes
La factoría de ideas
Berlin
1996 - ??
Noviembre de 1999 - ??
Traducción Carlos Lacasa
24
y 48 páginas
Ilustración Jason Lutes

  El mundo del cómic (afortunadamente) no sólo se nutre de trajes ajustados y situaciones más grandes que la vida, y es posible encontrar, con un poco de dificultad (el mercado es como es), otro tipo de temáticas y situaciones bastante más próximas a la sensibilidad de un público supuestamente más adulto. Por eso no sorprende leer comics de ambientación más o menos histórica que trate con una cierta profundidad determinados periodos de la historia. Lo que sí llama la atención es toparse con una obra que, además de tratar un período y lugar relativamente novedosos, lo hace con una calma, parsimonia y detenimiento que permiten profundizar tanto en la sociedad como en los hechos que se cuentan.

Berlín es un tebeo, todavía inconcluso, que se desarrolla en la Alemania de los convulsos últimos años de La República de Weimar, y que trata de indagar en los motivos que auparon al partido Nazi al poder a comienzos del año 1933. Pero no se limita a narrar cronológicamente lo ocurrido, cosa que está muy bien para los manuales de historia pero que en el mundo de las viñetas no daría nada de juego. A imagen y semejanza de las buenas novelas históricas que tratan de analizar una sociedad (Guerra y paz - aristocracia rusa de comienzos del siglo XIX o El Gatopardo - la Italia de la unificación), Lutes cuenta los hechos a través de unos personajes ficticios que van a participar muchas veces como meros espectadores de lo que ocurre a su alrededor.

Lutes ya había mostrado en su anterior obra, Juego de manos, su facilidad para desarrollar con total naturalidad las relaciones humanas dentro de un variopinto grupo de personajes. Afortunadamente no ha olvidado su oficio y en Berlín aporta nuevos elementos que engrandecen si cabe más su trabajo, ya que ahora sus miras son bastante más elevadas (quiere profundizar en unos motivos que para la mayoría de los lectores son desconocidos) y el universo que intenta retratar es más grande. En ocasiones exige demasiado al lector ya que comenta de pasada ciertos hechos que para el común de los mortales son completamente desconocidos y sobre los que apenas dice nada, dejando a éste la posibilidad de informarse por su cuenta para poder comprender todos los matices de la historia. Quizás el editor debería haber trabajado un poco y realizado algún artículo que tratase levemente el período histórico, la sociedad y haber hecho una especie de quién era quién en la República de Weimar. Pero también es cierto que podemos darnos con un canto en los dientes al poder leer este tebeo traducido a nuestro idioma. 

Por otro lado, Berlín es un ladrillo más en el muro de series que no son editadas como debieran serlo. Este tipo de comics no pueden ser publicados tal y como ahora aparecen, más o menos un número cada 6 meses. Así no hay manera de seguir una historia tan compleja, que nuestra memoria tiene unas limitaciones y después de tanto tiempo es imposible acordarse tanto de los personajes como de las situaciones. Berlín debería haber sido recopilado en tomos de 150 o 200 páginas que asegurasen su correcto disfrute. Aunque también es cierto que cuando hablamos de este tipo de historias, comercialmente poco viables, nos damos con un canto en los dientes cuando alguien se decide a tirar hacia adelante y sacarlas al mercado, sean en la forma que sean. 

A pesar de esto estamos ante una buena obra que resulta ideal para comprender cómo una nación entera se volvió loca a mediados del siglo pasado. Una obra especialmente recomendable para refutar esa teoría tan aceptada por la "intelectualidad" oficial de que los tebeos son para niños, adolescentes y débiles mentales.

© Ignacio Illarregui Gárate 2001
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