El Vigia

Guión Paul Jenkins
Dibujo Jae Lee
y Bill Sienkiwiecz, Mark Texeira, Rick Leonardi y Phil Winsdale
Entintado
Terry Austin y Tom Palmer
Color Jose Villarrubia,
Jeremy Cox y Tom Chu
Planeta DeAgostini
Sentry vol 1 nºs 1 al 5 y 5 especiales Sentry
Septiembre de 2000 a Febrero de 2001

Diciembre de 2001 y Enero de 2002
2 volúmenes
Traducción Santiago García
Rotulación: Xavi Amigó
128
páginas
Ilustración J
ae Lee

Nunca en los últimos años me había cabreado tanto la compra de un tebeo, y no es que no haya leído tebeos malos. Pero lo de este Vigía ha sido algo ciertamente enervante, sobre todo porque después que sus autores nos ofreciesen en su obra precedente, Los inhumanos, un buen tebeo de ritmo moroso pero muy bien estructurado, ahora intentan colarnos una historia absolutamente vacía, carente de cualquier aliciente y que se sustenta en una maniobra de puro marketing urdida con el único fin de sacar al lector una vez más los escasos cuartos que pudiesen quedarle.

El punto de partida fue recuperar un pretendido "antiguo" personaje "creado" por Stan Lee justo antes de iniciar la génesis del universo Marvel con la aparición de Los 4F o Spiderman. Para aumentar la verosimilitud del engaño, antes de la aparición de la serie limitada se fabricaron en las oficinas de la editorial una serie de entrevistas e imágenes de laboratorio para preparar la aparición del tebeo, obviando lo que realmente hace de un tebeo una lectura atrayente: crear una historia sólida y unos personajes cuanto menos bien construidos. El asunto parte con Vigía amnésico y olvidado por el resto del universo Marvel, viviendo una gris vida en un suburbio a las afueras de Nueva York. Sin embargo esta situación cambia desde el momento en que su encarnizada némesis, El Vacío, le anuncia que está llegando y va a provocar el fin del mundo. A partir de este momento tanto él como el resto de los héroes empiezan a recordar el pasado y las aventuras que vivieron juntos mientras esperan la llegada del enemigo. Estos son los endebles cimientos que apenas sustentan los primeros cinco números de la serie limitada, recogidos en el primer tomo que nos ofrece Planeta.

 Todo el despertar de los recuerdos está plagado de imágenes del supuesto pasado del personaje, resultando estos pasajes lo más interesante de todo el primer volumen al poder contemplar la reconstrucción de alguna historia del Vigía bajo el prisma de los diferentes estilos predominantes en los últimos 40 años de tebeo americano de superhéroes, desde los muñecotes de Jack Kirby hasta los rostros hipertrofiados y repletos de rallitas de los sucedáneos de Rob Liefeld o Jim Lee, pasando por la vena pictórica a lo Alex Ross de Marvels. Sin embargo este juego "metatebeístico" queda reducido a apenas 10 páginas, siendo el resto un simple y aburrido bluff en el que cualquier inmersión resulta imposible, sobre todo porque el miedo que se pretende crear ante el retorno de El Vacío resulta harto increíble desde el momento en que todos los personajes se han enfrentado a amenazas mucho peores y han salido siempre triunfantes. ¿Cómo puede sentir un miedo tan exacerbado alguien como Reed Richards que se ha enfrentado victorioso siempre a alguien como Galactus? ¡Anda ya!

El segundo tomo no es más que un clavo más en la tapa del ataúd del tebeo, y termina de matar el poco interés que podía tener hasta el momento la historia ya que en vez de hacer avanzar lo poco que pudiese albergar la premisa inicial, se queda en una olvidable recreación de antiguas historias de el Vigía junto a algunos de los superhéroes más conocidos, como puede ser el caso de Hulk o Spiderman, y que sirve sólo para recuperar a dos artistas como la copa de un pino, caso del perdido Bill Sienkiwicz o del gran narrador que es Rick Leonardi, un segundón merecedor de un mayor reconocimiento.

El Vigía es un tebeo sin contenido, humo tan liviano y escasamente denso que desaparece rápidamente de la mente del lector, dejando el regusto amargo del engaño consumado.

© Ignacio Illarregui Gárate 2002
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