Zits
|
Autores Jerry
Scott y Jerry Borgman |
El
terreno de la tira cómica es un campo especialmente complicado para los
creadores ya que requiere unas habilidades especial, como ser capaz de contar algo en
apenas cuatro viñetas y provocar la sonrisa del lector. Esta dificultad hace
que sea un trabajo realmente duro llegar a la cima y un esfuerzo titánico
mantenerse en ella, evitando en la medida de lo posible caer en
la vulgar repetición de esquemas. Así, todos los años son multitud las tiras
cómicas que irrumpen en los diarios americanos y sólo unas pocas consiguen
sobrevivir a este primer vuelo. Y una ínfima parte consiguen alcanzar el Olimpo
que supone la publicación en varios diarios y, posteriormente, ser recogidas en
un libro.
Zits
es una serie de reciente creación que lleva ya 3 años siendo publicada con
bastante éxito en los EE.UU., habiendo ganado por dos años consecutivos el
premio a la mejor tira humorística que entrega la National Cartoonist Society.
Sus creadores no son precisamente novatos en este campo ya que ambos cuentan con
un amplio bagaje. Así Jerry Scott ya había conocido el éxito con Baby
Blues, una tira cómica creada junto a Rick Kirkman que
podremos
disfrutar próximamente de la mano de Norma, mientras que Jim Borgman es un
habilidoso humorista gráfico, ganador en 1991 del premio Pulitzer.
Zits
cuenta en clave de humor las vivencias de Jeremy, un típico quinceañero
americano que se enfrenta a los problemas por los que todo adolescente tipo
tiene que pasar. De esta manera, desde la deformante y certera óptica del
humor, se tocan temas bastante trascendentes como el abismo generacional entre
padres e hijos cuando se llega a la adolescencia (a veces se llega a vivir una
auténtica xenogénesis: se está criando una especie de extraterrestre bajo tu
propio techo), la dificultad de comprender el comportamiento del hijo por parte
de los padres o el de los padres por parte de los hijos,
los puentes que se tienden para no perder el contacto,... Y todo ello aderezado
con otros temas bastante
menos "elevados" pero que también dan mucho juego como las primeras
relaciones con las mujeres, la convivencia con los amigos o la forma de emplear
el tiempo libre (muchas veces desperdiciando el tiempo).
Al igual que toda tira cómica que se precie de serlo la gran baza está siempre en la habilidad gráfica del creador y en este caso Borgman se demuestra como un consumado humorista con un gran poder de comunicación, brillando especialmente el acabado que sabe dar a sus viñetas, lejos del minimalismo de otros cartoonist. Quizás su único defecto es que no tiene la maestría gestual que saben dar a sus creaciones gente como Bill Watterson o Jim Davies. En cualquier caso, esta carencia en ningún momento desvirtúa su labor.
Seguramente, junto a Liberty meadows, la tira cómica más refrescante aparecida desde la defunción de Calvin y Hobbes. Y aunque en ningún momento llega a provocar la carcajada (no es su intención) se lee con una sonrisa cómplice en los labios. Esperemos que las ventas de este volumen sean propicias para que Norma siga deleitándonos con esta hábil creación de dos de los humoristas gráficos más importantes del otro lado del charco. Merece la pena.
© Ignacio Illarregui Gárate 2001
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