La primera crónica
Glen Cook
La Factoría
1984
The First Chronicle
Serie de La Compañía Negra 1
Julio de 2001

Traducción Domingo Santos
293 páginas

La palabra que resume los pensamientos que me ha producido la lectura de esta novela es graduación. Me explico. Uno lee la contraportada y encuentra los siguientes textos promocionales

La presentación en España de una de las más prestigiosas series de fantasía de todos los tiempos

y

Tolkien y Howard han acuñado dos maneras incuestionables, e imitadas hasta el infinito, de escribir fantasía. Junto a ellos, únicamente dos nombres más han sobresalido por la personalidad de su producción en el mismo campo: Fritz Leiber y Glen Cook.

que hacen que el lector parezca que tiene entre las manos algo a la altura de El Señor de los Anillos o los relatos de Lankhmar de Leiber, cuando esto para nada es cierto y puede provocar su decepción final, no porque la novela en sí sea nefasta sino porque los referentes que se ponen no son para nada comparables. Por eso me pregunto qué pasará por la cabeza del editor cuando escribe estas cosas. Confieso que el arte de vender libros es algo que siempre se me ha escapado. Sin embargo sí que puedo distinguir cuando una promoción me parece comedida y cuando se pasa ochocientos cincuenta y tres pueblos, como es el caso de lo ocurrido con esta obra. Aunque también es cierto que un aspecto de lo que se insinúa es bastante cierto, ya que a diferencia de todos los garbanceros que horadan constantemente el legado de Tolkien,  Cook intenta aproximarse al género desde otra perspectiva diferente, mucho más cercana a la fantasía oscura.

En La primera crónica no nos vamos a encontrar con princesas en busca de caballeros andantes ni con las usuales sangrías entre elfos y enanos. En sus páginas tampoco tiene lugar el adoctrinamiento del niño repelente de turno por parte del sabio mago viejete (aunque hay una insinuación de niña predestinada que seguro se desarrolla en próximas entregas). Al igual que en las novelas de Conan aquí tenemos testosterona a raudales, limitándose la presencia de estrógenos a los burdeles que visitan sus personajes; todo con el fin de acentuar la visión de que estamos ante un pelotón de tíos más duros que el Chocheneger en sus años más gloriosos. Al fin y al cabo eso es La Compañía Negra, un grupo bastante numerosos de guerreros hechos y derechos, prácticamente forrados de acero y fieles al señor que les paga hasta el mismo momento en que otro les haga una proposición más "razonable".

Para demostrar que estos tíos son guays y peligrosos a la vez no tienen nombres como los tenemos todos. Atienden a apelativos como Matasanos, Un Ojo, El Capitán, Goblin, Silenciosos y demás epítetos que intentan definir su "personalidad". Además, para mostrar el compañerismo que hay entre ellos, a la que el escritor les deja un momento tranquilos, se dedican a jugarse los cuartillos como tramposos tahúres del Mississipí a un juego de cartas que, según se nos cuenta, causa furor allá donde se pone en práctica. Y finalmente, para rematarlo y mostrarnos que si les rajan en vez de sangre el oxígeno es transportado a todo su cuerpo por un líquido más gélido que el hielo, hablan en plan personajes de novela hard boiled de Mickey Spillane, con frases secas, cortantes, desnudas y llenas de insinuaciones y provocaciones.

Esta primera novela de una muchología de dios sabe cuantas, recoge las primeras aventuras de La Compañía al ponerse al servicio de las fuerzas del mal, que los utilizan como escuadrón de elite para vencer en su continua batalla con las fuerzas del bien. Esta es la gran novedad que pregonaba la promoción. Por una vez los protagonistas a los que todo les sale bien no se encuentran en el lado de la luz sino que forman parte de las mezquinas y traicioneras fuerzas de la oscuridad. Eso sí, como son los que tienen de lado al escritor, todo lo hacen bien y ganan todas las batallas, lo que no quiere decir que no las pasen negras para salir de ciertos fregados.

Como comentaba de pasada en mi sarcástica (aunque no sé si demasiado lúcida) presentación de lo que es La Compañía Negra, la gran aportación de Cook a la prosa de este pseudo género es el de utilizar una construcción de expresiones muy próxima al de la novela negra de a duro, con frases cortas y secas en las que encontrar un adjetivo resulta una labor casi imposible. Y esto es muy de agradecer en este tipo de novelas donde se pueden encontrar por doquier "aspirantes a grandes escritores" que piensan que la mejor manera de ganarse los galones es lastrando las frases con innumerables adejtivos que supuestamente "enriquecen" las fina prosa que surge de sus mentes.

La primera crónica es una novela completamente carente de pretensiones y que se lee con el cerebro desconectado sin ningún tipo de problema, lo que viendo como está el panorama fantástico en la actualidad no es moco de pavo precisamente. También es cierto que a pesar de que Cook se alíe con los "malos", estos no dejan de ser seres morales que se comportan de forma políticamente correcta, tomando el lugar de los "buenos" cuando seguramente hubiese sido más interesante ver cómo podía hacernos cercanos unos seres absolutamente nihilistas, que es lo que parece nos quiere presentar al principio. Pero no se le puede pedir de todo en un mundo tan maniqueo como en el que se mueve.

En resumen, que no mata pero entretiene, aunque personalmente creo que me quedaré aquí y no seguiré más adelante. Desconectar el cerebro de vez en cuando está bien, aunque no tiene que convertirse en una costumbre.

© Ignacio Illarregui Gárate 2001
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