Compradores de tiempo
Joe Haldeman
Nova CF
Buying time
1989

Septiembre de 2000
Traducción Sara Aguinaco

353 páginas

Cada vez que leo algo escrito por Joe Haldeman, independientemente de los errores que pueda cometer, encuentro siempre un material condenadamente entretenido y legible, aderezado con un contenido especulativo de alto nivel, bien explicado y elaborado que sirve, además, para ejercitar las neuronas. Compradores de tiempo está lejos de ser su mejor novela pero, una vez más, cumple perfectamente con estas características.

La historia tiene como tema central la inmortalidad y cómo podría ser un mundo en el cuál esta fuese posible. Mediante un tratamiento médico, denominado proceso Stileman, los seres humanos pueden prolongar su vida durante diez años hasta que puedan recibir otro tratamiento y así sucesivamente. ¿Cómo se consigue que este descubrimiento no afecte al débil equilibrio demográfico en el que vive el planeta? Pues limitando la población a la que está dedicada el tratamiento poniendo un precio alto: se tiene que entregar a la fundación que proporciona el tratamiento todas las posesiones que se tengan y que deben superar el millón de libras. Así, cuando alguien sale de una clínica, se encuentra sin un duro y tiene un plazo de diez años para obtener su millón de libras. Si lo consigue seguirá vivo. Y si fracasa...

En este mundo nos encontramos con Dallas Barr, uno de los inmortales más viejos y famosos, amante de los deportes de riesgo y de las emociones fuertes, que acaba de recibir su nuevo tratamiento. Mientras empieza a elaborar su estrategia para conseguir su millón descubre que algunos de los Stileman más veteranos han empezado a morir debido a ciertas degeneraciones cerebrales. Simultáneamente se le ofrece la oportunidad de participar en el consejo director de la fundación, oferta que rechaza y motivo por el cuál empieza a ser perseguido por todo el globo de forma implacable. Dicha persecución le llevará a refugiarse con una antigua compañera en pleno cinturón de asteroides, dentro de la colonia situada en Ceres, donde un grupo de científicos ha estado investigando de espaldas a la fundación otra forma de conseguir la inmortalidad, esta vez de forma duradera.

Compradores de tiempo es un thriller a la antigua usanza en el que Haldeman recupera el tono de sus obras más celebradas como Recuerdo todos mis pecados o Mundos, y en el que además de resultar creíble despliega todo el oficio que atesora. La novela tiene una estructura variada, siendo el cuerpo principal una narración en primera persona realizada por los dos personajes principales (Dallas y su acompañante, María), que van contando la acción según les va ocurriendo a cada uno de ellos. Intercalados entre cada uno de esos capítulos se encuentran pequeños extractos con anuncios, notas de prensa,... que dan a la narración mayor verosimilitud y que sirven para introducirse más en el mundo en el que se desarrolla todo.

¿Y si me ha gustado tanto, por qué no le pongo una puntuación mayor? Sencillo: debido a su desastroso final. No me gusta destripar el argumento de ninguna novela, así que no voy a ser menos. Pero sorprende que alguien que construye unas historias tan racionales y meditadas, que siempre ha estado alejado de artificios sin sentido, solucione la novela de forma tan precipitada y lejos de la rigurosidad que ha seguido a lo largo de toda su carrera. Da la sensación de que a Haldeman se le atrancó la novela a 50 páginas del final, no supo como terminarla y, después de mucho cavilar, se sacó de la manga el primer artificio fantacientífico, que no pega ni con cola en el contexto en el que se desarrolla todo.

Triste porque Compradores de tiempo es una novela entretenida, acorde con el talento de su autor, y que deja un buen sabor de boca. Para amantes de la aventura y la acción bien llevadas.

© Ignacio Illarregui Gárate 2000
Este texto no puede reproducirse sin permiso.