Mysterium 
Robert C. Wilson
La factoría de ideas
Mysterium
1994

Julio de 2001
Traducción de Óscar Díaz García
336 páginas
Ilustración Jaime González García

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Curioso el título de este libro, bastante apropiado para su contenido interior (bueno tampoco es que el misterio que encierra sea excesivamente misterioso si se ha leído un poco de ciencia ficción) y que además me sirve para abrir esta breve reseña con una interrogación que no tiene respuesta pero que no es retórica. ¿Cómo es posible que se eligiese una novela como Darwinia para introducir a este escritor al público español y se dejase como segundo plato esta obra, menos original pero que resulta mucho mejor orlada y con un acabado más satisfactorio? Lo que digo. Un auténtico misterio. En principio pudiera parecer que Mysterium, al ser anterior, sería inferior y que sólo resultaría interesante para el lector una vez presentado el autor con su supuesta obra principal. Pero da la casualidad que no es así. Y además fue galardonada con el Philip K. Dick del año 95, lo que sin duda la hace mucho más apetecible que Darwinia, que no ganó premio alguno. Y realmente no sorprende demasiado que haya ganado el Philip Dick porque es una obra claramente deudora de una de las primeras del maestro, Ojo en el cielo. En ella Dick narraba lo que les ocurría a siete visitantes de una instalación científica cuando, después de un accidente, iban despertando en las sucesivas realidades que iban imaginando cada uno de ellos. En especial había una realmente impactante en la que el sistema solar no era el heliocéntrico en el que habitamos sino que era geocéntrico y, por momentos, el ojo de Dios observaba desde la altura lo que hacían sus "hijos". Wilson toma prestado parte de las ideas del maestro e intenta hacer una actualización más acorde con nuestras días, dotando de un respaldo supuestamente más científico a esos cambios de universo/realidad. Y, aunque se queda a mitad de camino, la verdad es que su lectura es bastante llevadera y relativamente reconfortante.

Un laboratorio de alto secreto próximo al pueblos de Two Rivers sufre un accidente y hace desaparecer una pequeña porción de terreno entorno al lugar, llevándolo a otro universo en el que la historia ha tomado un camino completamente diferente a la que conocemos. Los EEUU en los que se materializa el pueblo son un país totalitario y ultra religioso en el que se trata sin ningún tipo de miramiento a aquellos que rompen la norma, ya sea civil, religiosa o militar. Además se encuentra en guerra con un país la mar de curioso, España. Obviamente los habitantes del lugar tienen que enfrentarse primero al desconcierto de la situación en la que se encuentran y, posteriormente, a la inmersión del nuevo sistema social del lugar al que han sido enviados.

Al igual que en Darwinia gran parte de la gracia de libro se encuentra encerrada en las primeras 150 páginas en las que investiga en la confusión del pueblo ante lo ocurrido y la llegada del nuevo orden a sus tranquilas vidas. Es aquí donde Wilson se vuelve a mostrar bastante seguro, desarrollando la acción de una forma bastante creíble y, sobre todo, comedida. Wilson no parece amigo de alargar hasta el infinito las situaciones y escribe obras de una longitud acorde con lo que quiere contar. Eso a veces le lleva a hacer un uso un poco torticero de las elipsis, pero en esta ocasión el conjunto no se resiente y logra surgir de la mediocridad en la que se hundía en Darwinia. Además en este caso, a pesar de que vuelve a echar mano de un deux ex machina, y la explicación de porqué ha ocurrido el suceso pueda parecer al final un poco de más y el razonamiento sea demasiado fantacientífico (cuando por lo que se puede leer Wilson intenta ser riguroso), es relativamente creíble.

Lo que sí me sorprende un poco es la forma de vendernos la moto que tienen ciertas editoriales y que, en el caso de que nos ocupa con La Factoría, ha llegado a su punto más alto. Realmente no se cortan ni un pelo a la hora de trasladarnos las "bondades" de los libros y autores que publican. En este caso me quedo con la frase que se puede leer en la solapa del libro y que dice

Entre sus cualidades sobresalen su capacidad para recrear ambientaciones y la inmejorable construcción de sus personajes

De lo primero puedo estar parcialmente de acuerdo. Lo mejor de Darwinia estaba en la presentación del paisaje extraño por el que transcurría gran parte de la obra. Sin embargo lo de la construcción de personajes me parece una tomadura de pelo porque, de nuevo, aunque vuelve a utilizar un plantel extenso no logra que estos realmente le importen al lector. Es cierto que algunos de ellos tienen un cierto relieve y captan tu atención y complicidad con una cierta facilidad, pero la mayoría no dejan de ser tristes almas en pena que te da igual lo que les pase y que pululan por la novela como si fuesen meros figurantes.

Mysterium  es una obra que si tuviese un precio inferior sería muy recomendable, pero que al precio que se ha puesto es bastante prescindible. Hay demasiadas obras por ahí sueltas mucho más reconfortantes y a unos precios más asequibles. Pero si no encuentras nada a lo que hincar el diente y quieres pasar un rato entretenido puede llegar a agradarte.

© Ignacio Illarregui Gárate 2001
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