Palestina: En la franja de Gaza
Guión y
dibujo Joe Sacco |
Ahora que el conflicto Palestino-Israelí está tristemente a la orden del día en cualquier informativo aparece en nuestras librerías Palestina: En la franja de Gaza, un tebeo que refleja la experiencia de su autor, Joe Sacco, en los territorios ocupados en los tiempos de la primera intifada. Su esquema es muy similar a Gorazde: Zona de guerra, obra posterior a la que ahora comento y que por caprichos editoriales nos llegó un año antes que ésta.
Palestina toma la forma de una amalgama entre el libro de viajes más enérgico y el documental de campo, relatando e ilustrando los hechos que diferentes personajes le cuentan en las múltiples entrevistas que tuvo durante el tiempo que estuvo por allí, un par de meses a comienzos del año 92. Por sus páginas va pasando el inmenso dolor y sufrimiento de un pueblo condenado a vivir en absoluta postración, y que además es cruelmente represaliado por un Goliat que jamás podrá ser contestado por el minúsculo David al que se enfrenta. Niños tiroteados por arrojar piedras a los soldados, pueblos enteros que viven amedrentados por los ataques organizados de los colonos más allá de cualquier ley, personas torturadas de una manera cruel mientras no reconozcan hechos que ni siquiera han cometido, internados en cárceles en medio del desierto donde las condiciones de vida son más que duras,...
Su lectura se hace todavía más opresiva cuando se relatan las condiciones de vida en la franja de Gaza, lugar donde se dan la mano la más absoluta de las miserias y la voluntad de sus ciudadanos por salir adelante. Es en estos pasajes donde se descubre la labor ciertamente destructiva de parte del estado judío, sobre todo en su manera de explotar a los palestinos que allí viven al utilizarlos como mano de obra ultrabarata, o socavando una y otra vez cualquier intento de creación de una estructura económica auto sostenible. Sólo hay que ver cómo los agricultores palestinos tienen que poner a sus tomates etiquetas de "producto israelí" para que puedan llegar a los mercados sin sufrir "demoras" en los almacenes por los que tienen que pasar.
Por lo que he contado hasta ahora, todo hace pensar que la perspectiva que se da en sus páginas es muy maniquea, muy propalestina, pero esto tiene una explicación. Sacco afronta su obra como la de un estadounidense que sólo conoce una mitad del problema (la que le han contado en su país una y otra vez), y que viaja a Palestina para descubrir qué es lo que cuenta la otra mitad. Por eso se perdona que, salvo un pequeño pasaje al final de la historia, sólo se de una visión del conflicto. Después de todo lo único que intenta es que en su país se acceda a la otra versión de lo que allí ocurre para dar un poco de luz.
Pero Palestina no es Gorazde ni de lejos. Carece de la estructura coherente que tenía aquella, fundamentalmente al no darse nunca una perspectiva histórica del conflicto; y es que en muchos momentos parece más una colección de entrevistas que un todo compacto sin fisuras. Además la parte formal del cómic no está excesivamente conseguida. Se nota demasiado que estamos ante una obra de iniciación a la narrativa gráfica, con unos paneles menos trabajados y bastante más toscos, con unas figuras humanas completamente distorsionadas y unas viñetas excesivamente estáticas, delatando más de la cuenta su génesis fotográfica. Cierto es que traslada a la perfección la claustrofobia y el nerviosismo que él mismo sentía en Cisjordania y, muy especialmente, en Gaza, pero a costa de sobre explotar los primeros planos y los contrapicados, que acaban produciendo más de un dolor de cabeza.
Sin embargo no pierde gas como fuente de conocimiento de la mitad de un problema que amenaza con sumir en la oscuridad a una amplia zona del planeta. Eso sí. Si se quiere observar lo que piensa la otra parte es mejor acudir a otro lado, porque en estas páginas poco se va a encontrar.
© Ignacio Illarregui Gárate 2002
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